Sinceramente no se ni cuando empece con esto, surgio la idea cuando tenia que estar mandando un email a cada amigo o familiar cada vez que me iba de viaje, y decidí escribir en un blog y el que queria pues estaba informado de mis pasos. Ahora con tanta tonteria, llamemosla tecnología es todo mucho mas fácil, pero en mi época no teníamos movil, ni email, ni redes sociales ni tinder ni todo esto que se supone te hace la vida mas fácil, guias en pdf, google maps, gps, y voy a parar porque podría escribir otro blog. Empeze tardíamente pero nunca perdí el apetito, comenze ya de pequeño de la mano de mis progenitores a descubrir lugares, a sentir la magia de viajar. Empeze por Europa en furgoneta alla por el año 1993, con 3 de mis mejores amigos empezando en Barcelona y acabando en Amsterdam, luego vino Londres, mas tarde Tailandia a la que llegue en muletas después de romperme los ligamentos de los tobillos haciendo snowboard en los Alpes unas semanas antes y las que deci...
Hoy transformo una historia para convertirla en mi sueño, ese que hago realidad Cada vez que me dispongo a cargar más de la cuenta para alguna que otra aventura mochilera. Sin embargo, a medida que voy coleccionando más y más estampillas en el pasaporte, parece que mi equipaje se hace más y más pequeño. Pronto me doy cuenta de que la verdadera belleza de viajar está en los lugares que veo y en las personas que conozco , sin importar la ropa que visto o lo que llevo para documentar cada parte del viaje. Me obliga a abrirme a viajeros de todas partes del mundo y aprender a apreciar nuevas costumbres, culturas e idiomas . Me veo forzados a sonreírle al individuo de ropa extraña con el que tengo que compartir la habitación. Pronto me doy cuenta de que “lo normal” es muy aburrido. Ya sea salir de mi zona de confort, tomar un avión a un lugar donde hablan un idioma que no conozco o saltar con un paracaídas, el miedo se...
Caminando desde el embarcadero principal de San Pedro de la laguna, en el lago de Atitlán, en Guatemala y subiendo la cuesta, se encuentra en la parte izquierda de la primera curva a la derecha, Edgar González, cuyo establecimiento comercial Aylin nos deleita el paladar con sus esquísitos choco banana, al módico precio de 2 quetzales cada uno, ofrece un plátano o banana congelado con un palo atravesándolo, lo mete en chocolate caliente y luego lo impregna de cacahuetes machacados. La receta parece fácil, pero no hay ninguno que se le parezca en sabor. Os invito a probar, a no asustaros por comer en la calle, llevo muchos años haciéndolo y además de barato es un orgasmo si sabes donde elejir.
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